BIB AZAHAR 13

I

Caído, gaseoso en la tórrida arena,
sellan los ojos locos la aurora,
azul rocío verde fresca,
horizonte que envuelve,
ardor que sofoca,
bruma que ama,
bruma que sueña.

Secos, doloridos, labios ausentes,
se enervan mendigos cruzados de no,
a tocar la fuente, a beber la vida,
a chupar sonrisas, a robar amor.

Y el horizonte, un sello en la pupila,
llama encantadora víbora,
ondea sudoso y seductor;
exclama rosácea y entrega el alma
a quien yace caído en la tórrida arena
amante de luna, mendigo de sol...

Y los ojos…?
extraños en el glutir de un ave
que descansa su aliento
que sofoca su aroma
en la cálida mirada
de una niña extrañada
robada de emoción.

Málaga, 10 de octubre de 2007.
Marco Arnao Vásquez (Chiclayo-Perú)

***

II

Me miro en la voz de alguien
y descubro las voces
sordas, verdes, gélidas, saladas,
suaves, opacas, …
todas caen apresuradas en el velo
que dibuja un ave
en el cielo de unas miradas
en la estela interior.

Levanto mi voz y el viento la toca,
la expande entre las voces difusa
que en su vientre asoman
todas conjugan, todas se quiebran,
todas se ajuman, todas se enervan
todas se esquivan, todas se extrañan
en un breve son.

Me miro y me desconozco
mi voz exclama mi yo
un yo que no conozco
me miro en las voces y sé que no soy yo
que soy otro,
el uno de ellos, el otro de yo…

Y espero que todas las voces,
Incluyendo la mía que no soy yo
Convivan su sinfonía
en dulce armonía de un tono interior.

***

Bib Azahar 11

Letanía del silencio

Cómo pedirle al mundo que en sus brazos me sostenga
si ya ni brazos tiene.
Amo el mar y la luz, el camino y la canción;
Amo el sol y el pan, la danza y la pasión;
Amo el dolor que emerge de la carne;
Amo el ser que vive y que respira,
aquel que llora y ríe en la locura.

Cómo pedirle al pobre que el pan me brinde
si el pobre ni pan tiene.
Sufro la sal y la vida, el final y el silencio;
Sufro el yo y el otro, el adiós y el ahora;
Sufro la paz que ensueña el espíritu;
Sufro al hombre que muere entre la duda,
aquel que goza por la jornada cumplida.

Cómo pedirle al mudo que grite el silencio
si el mudo tiene callada la conciencia.
Digo la voz y el sueño, el amor y el pensamiento;
Digo lo que digo, la mirada y el beso;
Digo que la envidia apasiona a los débiles;
Digo a la calma mirémonos con dulzura,
Aquella que hace vibrar el alma.

Cómo pedirle al mundo estar lleno de aquí y ahora
si el aquí hacia allá camina altivo.
Saber que estoy en la espesa bruma,
saber que siento y que vivo;
saber que tengo lo que pierdo;
saber que soy y no haber existido...

Chiclayo 29 de octubre de 2003.

*

Bruma

Bella, dulcemente bella.
Misteriosa estrella, alado sueño;
Sinfonía sin voz, negada.
Tus cabellos mis aguas deslizan
el silencio estremecido
que medita quieto.
Curvos tus míos caminos juntos,
la densa paz que clama el viento.
Sudoso pasa
por nosotros el tiempo,
en intersticios de mañana y ayer,
avisándonos en secreto
que el hoy de pasiones hierve,
tormentos.
Juntos hemos visto la inocencia renacer
en el beso y la duda,
en la voz que en silencio murmura,
en el corazón que cree muerto
en lo imposible.
Y ya mi mano anida
vehemente tus intransitadas selvas
y entre la bruma eleva el suspiro que
enciende la ceguera,
aprisiona el tiempo.
Y eres amor que esclaviza todo mi deseo,
soy viento que recorre tu cuerpo;
y eres paz que atormenta mis ideas,
soy beso oculto en el deseo;
soy ayer que sueña en el mañana,
eres hoy espaciado de tanto no.
Eres todo que llena la nada de mi vida,
soy la nada que llena la nada de toda ti.

Chiclayo 26 de noviembre de 2003.

*
Bella luz, ninfa de seda.

Enredada en el capullo de mi beso;
quiebras la monotonía del silencio
enrojecida de cielos.
Clavada a mi cruz, entre espinas de amor
mirada de flor, lágrima de vida,
destellas horizontes que no he de guardar
en mi temprana muerte.
Pero resucito en ti, en cada beso
me abotono fugaz en tu silencio...
Siempre decir que sigo andando
en el tiempo del ayer
que baña mis pasos perdidos del mañana...

Chiclayo 26 de noviembre de 2003.

*